CRÍTICA

 

Joan Lluis Montané, De la Asociación Internacional de Críticos de Arte

 

"Guillermo Meriño, El Onirismo y El espacio, El silencio y El vacio"

 

La obra pictórica de Guillermo Meriño profundiza en los espacios y en el silencio de los mismos contenido en la dinámica de la vibración de lo sutil. es decir que su onirismo le transporta hacia estadios en que la alta densidad poética se implica constantemente en la estructuración de lo diverso, situándose en el alcance de lo existencial, en la frontera de lo invisible. Muestra con naturalidad un culto específico de lo simbólico, a partir de informaciones derivadas del mundo de los sueños, en las que el significado de los elementos empleados es importante, bien sea en forma de felino, persona, ser, objeto o situación. Su capacidad de potenciar el símbolo es fundamental, dado que todo es importante, hasta el punto de alcanzar la sutilidad más evidente, dentro de un paralelismo de lo imaginario.

 

Lo que la ilusión óptica de la retina ve es el alcance del sueño, convertido en obra plástica, en línea con la elucubración de quien es capaz de alcanzar la evidencia de lo romántico, o bien el expresionismo de la soledad, la geometrización del espacio, la delimitación del alcance de las líneas de tensión que lo encuadran, hasta obtener la propia evidencia de sus facultades. El ser y estar son distintos. El estar solos no significa que están aislados ante la soledad, sino que no están acompañados físicamente; pero, gracias, a la magia de la meditación, son uno con el universo. Su obra refleja los sentimientos llevados a cabo en grado máximo, reflejando situaciones extremas, de desconsuelo o gracia, magia, enigma y misterio.

 

O bien momentos de gran desesperación, pero, a la vez, de de una religiosa soledad. No hay brusquedad en la manera de presentar las imágenes, dado que el halo de misterio que las genera va más allá de lo insinuado. Es decir que indaga en lo sutil encumbrado, para interesarse por la eficiencia, por la endogamia de lo emblemático, por la facilidad en recrearse en el posicionamiento del encumbramiento del acto supremo del ser. No hay meditación, sino reflexión hacia adentro, que se sufraga, mediatiza, orienta y se reintala a partir de lo carismático contenido en lo fenomenológico. Hay afán por desdramatizar el drama de la propia evidencia. en la vida suceden cambios, se manifiestan con perenne inquietud, siendo y estando con voluntad, determinándose en lo sugerente, fortaleciéndose en lo inigualable, que constituye la presencia de lo que no está ni se describe, pero los elementos puestos al alcance del mismo, constituyen una clara explicación.

 

JADITE GALLERY "Internacional Creations" From March 2nd to 14th, 2006 - New York.