CRÍTICA

 

Comentario de Mateo Martinic Beros

 

Mateo Martinic Beros, Premio Nacional de Historia 2000.

 

"Comentario sobre el Monumento "Toma de Posesión del Estrecho de Magallanes"

del escultor Guillermo Meriño Pedrero."

 

La Toma de Posesión del Estrecho de Magallanes significó la ocupación e incorporación efectiva del territorio meridional americano al dominio de la república de Chile en 1843. Sin lugar a dudas fue un suceso trascendente de la vida nacional durante el siglo XIX. Esencialmente fue un acto de reivindicación de un derecho histórico, ejercido en forma pacífica y con recursos casi mezquinos, que hizo posible que la Nación Chilena en proceso de formación se asentara donde no había podido conseguirlo el poderoso Imperio Español de otrora.

 

Tal suceso trascendente, bien se sabe, fue inspirado genialmente por Libertador Bernardo O'Higgins y realizado por la determinación del gobierno del presidente Manuel Bulnes, con la participación eficaz del Intendente de Chiloé Domingo Espiñeira, y permitió la incorporación de los territorios de las actuales Regiones de Magallanes, Aysén y parte de la de los Lagos, y brindó al país su proyección antártica.

 

Ese acto memorable, expresivo de una epopeya de laborioso esfuerzo creador en lo que fue su organización y su exitoso desarrollo culminado entre el 21 de septiembre y el 30 de octubre de 1843, no habría sido posible sin el concurso fundamental de la gente de Chiloé. Así su máxima autoridad gubernativa ya mencionada, el capitán del puerto de Ancud John Williams, el teniente de Artillería Manuel González Hidalgo, los artesanos y gente de mar, en fin, participaron con entusiasmo y con eficiencia dignos de encomio en la noble empresa cuya responsabilidad les encomendó la Patria. Consiguieron así, para la Historia, que su digna tarea indisolublemente asociada a la gesta que importó la incorporación del suelo meridional para Chile. Nada más justo, entonces, que recordar de manera apropiada para la posterioridad el magno suceso en su doble significado. Fue así que oportunamente se dispuso la erección de un monumento en Punta Arenas que rememorara la Toma del Estrecho de Magallanes, y la participación de cuantos la habían hecho felizmente posible.

 

El resultado, a la vista de la maqueta del monumento, es sencillamente admirable por su belleza plástica, por la interpretación acertada del suceso histórico y del papel que cupo a sus protagonistas, y por la fuerza que sugiere la concepción y ejecución del conjunto escultórico. ¡Es, se reitera, una obra bellísima y ajustada por donde se la mire!. La riqueza expresiva y el acierto logrado en la interpretación, nos satisfacen plenamente, visto nuestro conocido rigor en las cosas de la Historia Regional. Vemos así realizado de modo magistral el momento culminante del arribo de las goleta "Ancud" al estrecho de Magallanes, a la costa de la Patagonia, pero significando –así lo entendemos- en un gesto especial, como lo es el de la varazón intencionada de la nave, una suerte de anclaje en la tierra firme, expresivo de una voluntad de arraigo sin retorno: ¡Es Chile que ha venido a quedarse para siempre en la Región Austral! Y lo hace impulsado por los brazos fuertes, por el empuje recio y la energía de los marineros y soldados chilotes ¡Simplemente admirable!.

 

En esta interpretación plástica está representada así la decisión reivindicatoria soberana que inspiró la expedición nacional, pero, al propio tiempo, -y este es el mérito singular de la genialidad de Guillermo Meriño- también la voluntad de sus hombres de permanecer y asentarse en la nueva tierra, suerte de adelanto temporal que otros chilotes harían efectivo a lo largo del tiempo, con su fecunda inmigración a Magallanes.

 

En síntesis: por su belleza plástica, por su fuerza interpretativa de lo histórico y lo espiritual involucrados en la epopeya que se rememora, por sus proporciones, por el tratamiento realista y su grandiosidad, el monumento "A la Toma de Posesión del Estrecho de Magallanes", es en nuestra opinión la obra felizmente acertada para materializar la iniciativa de que se trata, máxime si a la misma se le ha reservado un solar excepcional por su ubicación urbana, como parte de una obra ciertamente emblemática de cara al Bicentenario de la República.

 

Punta Arenas, Septiembre 2007.

 

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