CRÍTICA

 

W. ENRIQUE EILERS MOHR Director Galería de Arte "Casa de Prieto", Profesor de fotografía y cine, Universidad Católica de Chile.

 

Lo ví alguna vez, tiempos que ya parecen lejanos, trabajar en su taller. Fue, tal vez, la oportunidad primera, el primer instante en que supe del taller de un artista. Había un trabajo suyo que rondaba mis recuerdos y que era como una llama roja y una explosión de misterios ancestrales... pero un taller de artista... en verdad nunca había entrado a uno. Allí lo conocí en al dimensión más exacta de su ser: Unos ojos inquietos e inquisitivos, unas manos seguras y diligentes, la palabra mínima, la energía inmensa que brota de los colores, de la composición, del contenido.

 

Nada le he dicho nunca de esos encuentros con su trabajo, su taller y su pintura. Hoy puedo hacerlo con la perspectiva que dan los años pasados: creo saber algo de usted y su obra porque tuve la oportunidad de conocerlo en la cotidianeidad de su trabajo. Lo he visto frente a bastidores inmensos y pequeñas y exactas maquetas, un concierto llenando el taller, afuera los helechos, como gigantes adormecidos, apenas meciéndose en la brisa... un libro abierto en la mesa de trabajo. Si viera la gente... si el hombre pudiera ver al hombre... ¡como mejoraría el mundo! Mi primer sentimiento fue: Guillermo Meriño camina entre la magia, el mito y el misterio. Tuve después el privilegio de ser su colega y supe más de usted: supe de su honestidad, nobleza, y rectitud de procedimientos, de sus sueños por un mundo mejor y de su enclave profundo en el tiempo y los tiempos - ora míticos, ora históricos. Sé de su modestia, de la intensidad y rigor de su trabajo, de la influencia profunda y necesaria que ha ejercido sobre sus discípulos y lo he conocido también en el seno de una familia donde el arte está vivo.

 

Ayer... en este año, sus manos prodigiosas amasaron la arcilla y hacia lo alto se elevaron los brazos de la machi... y el conquistador y el guerrero y del mapu crecieron en su taller. ¿En qué mundo vive esta hombre? - pensé. Hoy me parece saberlo: GUILLERMO MERIÑO PEDRERO, el más importante artista plástico de la joven Araucanía siente y trabaja como debe haberse hecho en la Antigüedad Clásica y el Renacimiento, percibe el mundo con la mirada lúcida y a veces dolida del hombre de hoy, y cuida de él como esos espíritus míticos que son Memoria de la Humanidad.

 

PRESENTACIÓN "PRIMERA EXPOSICIÓN INAUGURAL"

DE LA "CASA DE PRIETO" Noviembre 17 de 1989, Ciudad de Temuco, Chile.